Nadal cae en su “París maldito”: un regreso sin brillo

Nadal cae en su “París maldito”: un regreso sin brillo

Rafa Nadal, con el sudor cayendo en grandes gotas por su frente, reflejaba un agotamiento inusual. Durante el último descanso del partido, ni siquiera levantaba la mirada del suelo, un gesto que evidenciaba la frustración que lo acompañó en su regreso a las pistas tras dos meses de pausa por paternidad. Este tiempo no solo lo había dedicado a su vida personal, sino también a recuperarse de una segunda fisura abdominal sufrida en el US Open, otro contratiempo en una temporada marcada por lesiones. Sin embargo, su vuelta en el Masters 1.000 de París no fue como él esperaba. En su primer partido, ante el estadounidense Tommy Paul, Nadal mostró destellos de su mejor tenis, pero terminó cediendo por 3-6, 7-6(4) y 6-1.

París Bercy: un título esquivo

El torneo de París Bercy sigue siendo una espina clavada en el historial del mallorquín. Este recinto parisino es el único lugar de la capital francesa donde Nadal no ha logrado alzarse con el título, y solo en una ocasión, en 2007, alcanzó la final. Aunque en las dos últimas ediciones llegó a semifinales, la pista cubierta nunca ha sido su mejor aliada. El enfrentamiento contra Tommy Paul parecía accesible sobre el papel, dado que el estadounidense no había mostrado gran consistencia en esta superficie, perdiendo tres de sus últimos cuatro partidos. Sin embargo, Paul sorprendió a Nadal, logrando una victoria inesperada.

Ahora, Tommy Paul se medirá contra otro español, Pablo Carreño, quien superó un complicado duelo ante Denis Shapovalov con un marcador de 7-6(2), 2-6, 6-4.

Un inicio complicado para Nadal

El comienzo del partido dejó entrever la falta de ritmo de Nadal tras su inactividad. Sus golpes carecían de precisión y potencia, lo que permitió a Tommy Paul romper su saque en los primeros 15 minutos. El estadounidense salió a la pista con una actitud arriesgada, buscando puntos ganadores desde el inicio. Su agresividad contrastaba con un Nadal que intentaba encontrar su mejor versión, pero sin éxito inmediato.

A pesar de este inicio titubeante, el mallorquín logró devolver el break rápidamente, ajustando su juego y sembrando dudas en el segundo servicio de Paul. Poco a poco, Nadal recuperó terreno y consiguió otro break crucial que le permitió cerrar el primer set a su favor.

El resurgir de Paul

La segunda manga mostró una cara diferente de Tommy Paul. Más calmado y estratégico, el estadounidense ajustó su plan de juego, entendiendo que debía alternar entre momentos de agresión y contención. Esta táctica le permitió encontrar espacios en los segundos servicios de Nadal, quien comenzaba a mostrar incomodidad pese a ir en ventaja.

Mientras Paul crecía en confianza y precisión, Nadal empezó a desvanecerse. Aunque llegó a tener un break de ventaja en el segundo set, no logró mantenerlo. Paul, imperturbable, recuperó el terreno perdido y acabó llevándose el set en el desempate, lo que marcó un punto de inflexión en el partido.

El desenlace: una derrota inevitable

En el tercer set, Nadal intentó recortar los puntos para encontrar una solución rápida, pero su juego se volvió errático. Con cada error, miraba hacia su banquillo en busca de respuestas que no llegaban. Paul, por su parte, se mostró firme y mantuvo la calma para cerrar el partido con un contundente 6-1 en el último set.

Esta derrota deja a Nadal con más preguntas que respuestas sobre su estado físico y mental de cara a los próximos torneos. Aunque París Bercy sigue siendo un desafío pendiente en su carrera, lo más preocupante para el mallorquín es recuperar su mejor nivel en un momento crucial de la temporada.