Sergio Ramos: La Resiliencia de un Guerrero en el Fútbol de Élite

Sergio Ramos: La Resiliencia de un Guerrero en el Fútbol de Élite

El defensa sevillano Sergio Ramos, con 36 años y cada vez más cerca de los 37, desafía a aquellos que vaticinaban el final de su carrera. Hace poco más de un año, voces en los pasillos del fútbol aseguraban que Ramos no recuperaría su nivel físico tras la complicada operación de menisco en febrero de 2021. Sin embargo, el exjugador del Real Madrid ha demostrado una vez más su perseverancia, superando retos que lo mantienen en la élite del fútbol.

En su primer año en el PSG, los problemas físicos parecían confirmar los peores presagios. Desde su llegada en julio, el defensa español debutó hasta finales de noviembre y luego tuvo que volver a parar. A pesar de estos reveses, Ramos se propuso recuperar su mejor versión. Fue en abril cuando, finalmente, pudo encadenar seis partidos en seis semanas. Su esfuerzo durante el verano ha dado frutos esta temporada, consolidándose como uno de los jugadores de campo con más minutos en el PSG, solo por detrás de figuras como Marquinhos, Messi, Neymar y Mbappé.

Además de recuperar su presencia en el campo, Ramos ha asumido un papel de liderazgo en el vestuario. En un equipo fragmentado por los diferentes clanes, Ramos ha intentado unir a sus compañeros, recordándoles que el éxito colectivo depende de la armonía y el respeto mutuo. En una rueda de prensa reciente, enfatizó: “Para ganar, necesitamos un buen grupo, respeto entre todos y un ambiente positivo. El enemigo está fuera”. Con este enfoque, Ramos cumple el papel para el que fue fichado en París: ser una figura de unión y fortaleza dentro y fuera del campo.

Con la alegría recuperada en el PSG, Ramos no pierde de vista a su otra gran pasión: la selección española. Con 180 partidos en su haber, el deseo de defender los colores de España sigue latente. Aunque sabe que su regreso depende de la decisión del seleccionador Luis Enrique, Ramos mantiene viva la esperanza de estar en el Mundial de Qatar. “Mi ilusión está intacta. Ojalá pueda estar en Qatar”, expresó con convicción, aunque es consciente de que su vuelta a la selección es improbable bajo la dirección del actual entrenador, quien prefiere un ecosistema donde Ramos no tiene cabida.

Ramos ha demostrado que, con perseverancia y determinación, los límites pueden superarse, y aún tiene mucho que ofrecer en el fútbol de élite.